La fiesta navideña en Antevenio es siempre temática: se organiza a través del amigo invisible y con el regalo hay que “disfrazarse”. Este año la cosa iba de personajes de películas y ha sido uno de los más logrados. Algunos disfraces eran dignos del más exigente concurso. Los envoltorios tampoco se han quedado cortos y nos ha alegrado la semana, creando emoción cada día.
La fiesta empezó a las siete, con la apertura de regalos que se almacenaban debajo del árbol. Vaqueros, cabareteras, gangsters y hasta un par de monjas a lo Sister Act poblaron el vestíbulo, que se convirtió en una pasarela al más puro estilo Hollywood. Algunos disfraces fueron más “originales” como la Geisha de Raúl González, el torero de Iñigo, Eider de «Picapiedra» y el clón que le salio a Jesús Mera (que cambio de vestuario misteriosamente durante la noche).
La cena y las copas tuvieron lugar en la sala But. Después del aperitivo, Joshua, hizo un pequeño discurso y aprovecho para felicitar los diez años en Antevenio de Pablo Pérez. El COO caracterizado como Cyrano de Bergerac, tuvo a bien arengar a los cadetes de Antevenio con un peculiar pregón. Los “nuevos” por supuesto que tuvieron sus quince minutos de gloria y eligieron para la ocasión una versión coregrafiada de la vaca lechera. La noche continuó en la pista de baile…
